Consejos para lidiar con la adolescencia de nuestros hijos/alumnos
La adolescencia es una etapa que suele ser difícil de acompañar para los padres y para los docentes, en donde se presentan cambios físicos, psicológicos y emocionales, también se manifiestan emociones como ira, tristeza, enojo y son detonados en momentos cotidianos. Pedirle a los hijos que hagan una tarea del hogar o escolar, que participen de alguna actividad familiar o restringirles ciertos permisos para salir con sus amigos, pueden ser detonantes de las mismas.
Los padres, así como los profesionales del área educativa, debemos saber responder ante estas situaciones. Por ejemplo, no gritar o aplicar otras formas similares, nos ayudarán a controlar la situación y no restar nuestra autoridad ante ellos.
En Don Bosco, sabemos que en la adolescencia, estos cambios de humor son inevitables y completamente normales en nuestros alumnos, por esta razón, te compartimos algunos consejos para sobrellevar las emociones.
No gritar
Si la situación se llega a salir de control por alguna discusión, es importante tomar una pausa y respirar para no utilizar gritos ni mucho menos la fuerza, ya que esto sólo ocasionará que nuestros hijos se alejen aún más. Además perderemos autoridad si nos ven vulnerables. Es necesario mantener la conversación en forma de diálogo.
Razonar
Si se dan situaciones complejas por los cambios en nuestros hijos, debemos ofrecerles ayuda para que entiendan que no somos enemigos y que todos estos problemas emocionales tienen una solución que tal vez no ven, pero que nosotros podemos ayudarlos a encontrarla.
No le impongas castigos
Mientras estamos en una discusión con nuestros hijos, podemos perder la paciencia e imponer un castigo, sin embargo, los castigos no aportan ningún beneficio en la formación de niños y adolescentes, acompañar con límites muy claros es mejor, también debemos invitarlos a reflexionar sobre por qué se llegó a esa situación.
Guiar pero no controlar
En esta etapa de cambios, nuestros hijos pueden tener mucha confusión para tomar decisiones, establecer una personalidad y desarrollarla; por lo que es necesario que podamos enseñarles a manejar sus emociones fuertes, como la ira, con respeto y auto control, para que puedan desenvolverse de forma más armoniosa y no los tratemos de una forma en la que queramos exigirles que sean o actúen como nosotros deseamos. De esta manera se mantendrá respeto mutuo.
Comunicación abierta
En esta etapa de cambios suele ser común que se retraigan y no sepan qué están sintiendo, por lo que es importante que podamos preguntarles cómo se sienten sin que suene hostigante. Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Qué te pasa?”, puede ser mejor decir “Siento que estás triste, ¿es por algo en especial?”. También es importante tratar sobre temas que suelen despertar interés durante la adolescencia.
Establecer rutinas que favorezcan convivencia
Por ejemplo, cenar juntos con tiempo para charlar al menos una vez por semana, elegir un día a la semana para hacer algo juntos como ver una película o jugar juegos de mesa. Un día de la semana tus hijos pueden elegir y preparar la cena. También puedes establecer un círculo de diálogo cada determinado tiempo y abrir temas importantes para ellos como la sexualidad, el noviazgo, adicciones, violencia, etc. Es importante interesarte por sus gustos y hobbies genuinamente.
Durante la adolescencia es necesario trabajar en buenas prácticas y habilidades sociales desde las aulas. Así se generará un ambiente en el que haya intercambios personales genuinos, para unir al grupo. Es vital que los padres y docentes sepamos que estas emociones son propias de la edad, pero debemos estar alertas.
Es muy importante recordar que si identificamos que nuestros hijos tienen actitudes depresivas o agresivas en un nivel mayor, siempre podremos acudir a la ayuda profesional.